martes, 21 de julio de 2015

El azul sigue siendo mi color favorito...

Imagina que no sucedió. Imagina que soy inmune a ti, que resistí dos semanas o tres sin hablarte, sin verte. Imagina que no tropezaba cincuenta veces, con cincuenta piedras, y que las piedras sean nuestros besos. Imagina que todas las bromas eran en serio, y que las conversaciones serias eran bromas. Imagina que en cada volver a empezar de cero, no creábamos una versión nueva del desastre anterior. Imagina que las excusas no ahogan las ganas. Que no nos deshacíamos entre las sabanas. Que el orgullo no vence hoy, y que es mejor tener paz que razón. Imagina que en mi desorden te encontrabas a gusto, y que yo me ordenaba por ti. Imagina azul. Imagina que las miradas eran nuevas y que lo de siempre sucedía como nunca. Imagina que hubieras puesto todas tus ganas, sin muros. Imagina que no hubiéramos caído en cada error con forma de zanja. Cientos de zanjas. Imagina que no era importante y que podemos olvidarnos.
Imagina que esta es la definitiva.

viernes, 3 de abril de 2015

¿Qué tiene importancia?
Pensamos en la primitiva. Ya ves tú. Hay personas a las que nunca han mirado de la forma en que tú me miras a mi.... ¿eso no te parece lotería?

Es que en esta sociedad soñamos con cosas.
Error.
Deberíamos soñar con historias

No me interesa nada que se pueda tener solo por tener dinero. Lo importante no es el valor. Es la exclusividad. Que yo cotizo por tus besos.

(no te enfurruñes si piensas que todo lo escribo aqui... que tambien lo tengo en papel :) )

viernes, 6 de marzo de 2015

El azul es mi color favorito



Acabas de llegar y aún no se si eres un huracán o un arco iris. Nunca fue cuestión de tiempo si no de calidad. Y así con todo. La puta buena suerte que me ha cruzado en tu camino es algo que aún no deja de sorprenderme. Y tus ojos azules. Mi color favorito. Que las cosas despacio se hacen mejor lo sé desde hace mucho, pero que soy una impaciente y te vería cada día también. Al final se trata de hacer lo que te haga feliz, y lo que sonrío contigo llevaba mucho tiempo sin sucederme. No es que no me ría, que me rio y mucho cada día. Es que sonrío con cada músculo de mi cuerpo. Que por muchas trabas que las mentes puedan ponernos en el camino, por mucho que pensemos con lógica y decidamos lo que es objetivamente mejor, lo que importa es que nos hacemos temblar cuando nuestra piel se toca. Estoy harta de los “debería ser debería hacer” si a mí lo único que me apetece es pasar horas tumbada a tu lado. Con muchos besos. ¿y si sale bien? Preguntaste ayer. ¿Te imaginas? Muchísimos días así. Irnos de acampada juntos a ver estrellas. Hacer rutas por la montaña. Bañarnos en la playa y dar vueltas como croquetas en la arena. Ver amanecer. Hacernos muchas fotos, aunque no te gusten. Viajar juntos sin planearlo demasiado. Mirarte, mirarte mucho más y fuerte. Quedarnos con una manta y comer chocolate. Hacerte cosquillas. Y que me muerdas y me acaricies. Y más besos por favor. Quizás es culpa mía por haber visto tanto bueno en ti que no quiero que te alejes de mí. A algunas personas les asustaría lo que nos pasa. A mí me maravilla. Lo único que me asusta es no disfrutarte el tiempo suficiente.  Son noches de horas que pasan como segundos.  Quiero tener frio y que me abraces. Y tener calor y que me desnudes.