martes, 16 de mayo de 2017

Las dudas se esfuman
si me despierto contigo. 
Los miedos se difuminan
cuando me besas. 

Cómo voy a dejarte ir 

sábado, 13 de mayo de 2017

Pensar y pensar. Y tratar de olvidar

A los cuatro días de conocernos, ya sabía que iba a quererte, y también que llegaría el momento en que tendría que olvidarte.

Así llevas dos años, atragantado en mi vida diaria, como si formaras parte aún de una cama en la que ya no duermes, de un tiempo que ya no compartes, de unos besos que se perdieron. Sigo pensando que rodeas mi cintura de la misma forma en que un día lo hacías para dormir, pero ya no te puedo tocar, ni oler ni mirar. Lo único que queda es un reflejo buscando otro, y las ganas de que todo fuera diferente.
No estás, y sin embargo te veo.

Te veo en el azul que siempre está presente en mi vida, en las estrellas fugaces, en los trazos de pintura, en el timbre del horno, en los botones de mi cámara y en el momento de despertar, estirando la mano esperando sentir calor. Te sigo viendo, o sintiendo y eso es lo peor, porque cuando mi autodefensa se imagina un final alternativo a esta snuff movie emocional siempre veo soluciones que luego no puedo o no soy capaz de aplicar. Soluciones que simplemente no existen, y quizá es el momento de aceptarlo y continuar. Convirtiéndote en recuerdo, en vez de en necesidad, en pasado en vez de en presente. Lo que ocurre, simplemente, es que no quiero olvidar-te

La mañana me despierta, 
y desayuno un nuevo día 
y lo pinto de colores, 
por si vuelves vida mía 

lunes, 8 de mayo de 2017

mi 8

El sábado hubieras cumplido 30 años

Nos conocimos con 17, en el grupo de amigos de la adolescencia, probablemente cuándo más importantes son los amigos en una vida. Yo te llamaba 8, tu andabas como si nada te importará, despacio y ágil a la vez, y con la mochila siempre colgada de un solo hombro. Tan delgado que la ropa te quedaba grande, y siempre sonriendo.

la vida separó caminos, y pasamos a vernos sólo una vez al año en las fiestas, siempre rodeado de amigos, con vuestra camiseta roja. Y siempre tan flaco y siempre sonriendo. Un abrazo, qué tal va todo, un brindis y otro año más...

Hasta esa noche hace 6 meses en la que tu precioso coche se convirtió en un arma. Hasta que te despistaste, no sabemos si por el móvil, y perdiste el control. Seguro que no dejaste de sonreír. Nos dijeron que no habías sufrido, que había sido inmediato.

Nunca creí tener que verte así. Todos esperábamos que fuera una broma absurda, que dieras un salto y nos asustases, hasta parecía que seguías con las comisuras sonriendo, y nosotros llorando por lo injusto de tener que mantenernos en pie viéndote así. Pero te hubiera encantado: recordamos días, reconciliamos peleas, felicitamos bodas, abrazamos tristezas. Nos trasladamos a 2005 para despedirnos de ti. Nos dimos la mano y nos secamos las lágrimas, sin importar el tiempo. Un dolor más para ese horrible 2016.

El sábado nos reunimos de nuevo todos para cantarte el cumpleaños feliz, con tu familia, en un sitio bonito, dónde plantamos vida, y mandamos globos al cielo, y lloramos, y nos abrazamos, y brindamos por ti. Lo haremos cada 6 de Mayo. Espero que te hayan llegado los globos azules, disfrutaste 29 años como poca gente, y nosotros trataremos de seguir haciéndolo. Ojala pudiera darte un abrazo más, ojalá vieras lo que duele porque eso representa cuánto te quisimos.

Feliz cumpleaños, somos las hojas de tu árbol

Vive, vive como si fuera a acabar mañana
que de hecho, puede.
No dejes abrazos por dar, no dejes días sin sonreír, 
no dejes mensajes por mandar ni nada por decir, 
no te arrepientas ni un segundo, solo disfruta. 
Elige ser feliz,
si fueras a morir mañana, ¿qué harías hoy?